En Navarra existe un amplio abanico de variedades blancas y tintas que se utilizan para elaborar vinos de todos los estilos adaptados a los gustos de los consumidores: rosados, blancos jóvenes y con madera, tintos jóvenes y con madera, dulces.
Más del 70% del viñedo lo ocupan las variedades autóctonas (Garnacha, Tempranillo…), mientras que el 30% restante está compuesto por las más famosas variedades internacionales (Cabernet Sauvignon, Chardonnay…).
En total, el 90% de las uvas producidas en Navarra son tintas y sólo el 10% son blancas.
Variedad tinta de origen francés, procedente de la región de Burdeos y especialmente de Saint Emilion, fiel compañera y complemento del Cabernet.
Una uva que se ha exportado bastante a países como Estados Unidos, Chile, Italia, este de Europa, pero que no ha conocido tanta difusión como otras por sus dificultades de cultivo. En Navarra se introduce a partir de mediados de los años ’80, para alcanzar en la actualidad una tasa del 13% del viñedo, con 1.330 hectáreas, y ocupar el 4ª puesto en importancia en la región. Su presencia es general en todo el territorio de la DO aunque destacan como zonas de influencia las Riberas Alta y Baja.
Se trata de una uva que confiere a los vinos unos aromas afrutados intensos y de gran calidad, con buena acidez y cuerpo, donde los taninos son abundantes pero suaves. Se utiliza tanto para vinos jóvenes como de guarda y sola o acompañada. Junto con Tempranillo y Cabernet compone un “coupage” moderno y atrevido muy habitual en los vinos navarros. Existen asimismo magníficos ejemplos de vinos de guarda monovarietales elaborados con Merlot.
Ciclo vegetativo
Plagas y enfermedades
Hábitat
Producción
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